LABORATORIO DE HISTOLOGÍA
¿Qué te apuestas?
Caso nº 5
LOS HECHOS
Si había un compañero del laboratorio con el que Vera había hecho buenas migas, ese era Daniel. Había sido el encargado de entrenarla en varias técnicas y siempre estaba disponible para resolver cualquier duda, además de que su buen humor y sus bromas hacían más entretenidas las jornadas de trabajo. Por eso, aquel día Vera se extrañó de verle serio y preocupado.
¿Estás bien? – Le preguntó durante la pausa del café. - Pues claro que sí – respondió él al momento - ¿Qué te apuestas a que la próxima persona que llega a tomar café es Sonia, y que nos va a contar un cotilleo de los suyos nada más entrar? - Yo creo que va a ser Bernardo y que hablará de trabajo – respondió ella. – Venga, quien pierda paga el café. Aunque las apuestas de Daniel divertían mucho a Vera, no sucedía lo mismo con el resto de sus compañeros. Daniel trataba de adivinar todo lo que iba a ocurrir, desde el resultado de los análisis de tejidos al tiempo atmosférico, pasando por el color de la ropa de los supervisores o la primera persona que entraría en una sala, como en aquel momento. Todos en el laboratorio estaban hartos de competir con él, y recientemente sus apuestas habían ido subiendo de importe, de manera que casi nadie le hacía caso ya. - ¿A que no sabéis una cosa? Me han dicho que el director tiene un lío con la de recursos humanos de la empresa de al lado – dijo Sonia, entrando en la cafetería. - Me debes un café – le dijo Daniel a Vera. - ¿Pero tú le haces caso a este? – preguntó Sonia – Mira que es cansino con sus apuestas… Pero durante el resto del día, Daniel no volvió a hacer una sola apuesta o broma, lo que convenció a Vera de que al chico le sucedía algo. Además, le había oído hablar en inglés desde su móvil personal. Que ella supiera, Daniel no tenía familia o amigos en el extranjero. - Bernardo, tengo que hablar contigo – dijo Daniel al ver pasar al supervisor.
Este se acercó al chico y en voz muy baja, le dijo: - Si piensas solicitar otro adelanto de tu sueldo, ya te he dicho que en Administración me tiraron de las orejas la última vez, así que no pienso volver a acompañarte. - Es que lo necesito, en serio. No te imaginas los problemas que tengo. - Pues ponte a trabajar, que últimamente no haces más que navegar por internet. Vera no había podido evitar oírles, y se quedó aún más preocupada por Daniel. Decidió que trataría de hablar con él a la primera oportunidad. A última hora, se acercó a la zona de oficina y se encontró a Daniel sentado frente a uno de los ordenadores comunes. Al verla, el chico se sobresaltó y cerró la ventana de internet en la que estaba navegando. - Vera, hoy saldré antes porque tengo que ir al médico – dijo atropelladamente -, pero me gustaría pedirte un favor, ¿podrías hacer una tinción de estas muestras? No están registradas y te agradecería que no le dijeras nada a nadie. Son para un experimento personal. Dicho esto, Daniel sacó una pequeña nevera portátil en la que había varios viales con muestras de tejidos y se marchó a toda prisa. Vera tiñó las muestras y, mientras las dejaba secar, se dirigió a la sala de oficinas y buscó el historial de navegación en el ordenador común que Daniel acababa de dejar. Varias páginas de apuestas aparecían entre las últimas búsquedas. Su mente empezaba a encajar piezas. Cogió un folio y escribió las descripciones de los tipos celulares de cada muestra, segura de que al terminar iría a hablar con su supervisor para contarle sus sospechas.
Riñón c. s | Pulmón sec |
Sec. de arteria | |
Sec de hígado | |
Bazo sec. | |